El techo de Nova Carcavelos está en un lugar único. A pocos metros de la mayor playa entre Lisboa y Cascais, y a 15 metros sobre el mar, sin otra arquitectura que la distinguida fortaleza militar de São Julião del siglo XVI.
El objetivo principal del proyecto era hacer que el cliente sintiera el alma poderosa de la costa atlántica. Para lograrlo, la superficie está cubierta con azulejos portugueses con patrones blancos y negros en el interior y un cálido listel de madera en el exterior. El mostrador del bar también está cubierto de azulejos, esta vez en un tono monocromático oscuro brillante, dando un toque sofisticado al espacio. Complementos como sillas, mesas y lámparas también ayudan a crear esta elegante pero fría atmósfera atlántica gracias a sus materiales: rafia, acero lacado negro y madera clara.
Pero si hay un personaje principal en esta escena, es sin duda la magnífica vista de 270º del océano infinito y el sol de Portugal que hacen de esta terraza uno de los lugares preferidos de la animada gente de la región. No olvidemos que se encuentra en la costa de Estoril, donde, según los medios de comunicación, el sol se deleita más de 300 días al año.