En las afueras de Bruselas, nos hicimos cargo de una granja de 100 años de antigüedad y dos aguas largas situada en una gran parcela. Se conservó el edificio principal, pero la distribución se revisó por completo. Se conservó una chimenea característica del antiguo salón, mientras que el resto del espacio se transformó en un patio. Se mantuvieron las aberturas de las ventanas existentes, dejando una conexión con el nuevo edificio trasero desde este lugar protegido. El interior se convirtió en exterior y viceversa.
La zona habitable no debía tocarse, lo que dio lugar a un nuevo volumen adosado en la parte trasera y este del edificio principal. Desde este nuevo volumen se creó una vista máxima del jardín trasero, que contrasta con las pequeñas aberturas de la fachada del edificio principal existente. El diseño de la ampliación trasera es escalonado, utilizando materiales tanto en el interior como en el exterior del volumen.
El nuevo volumen está dividido en distintos espacios, cada uno con una función diferente. Los muros son perpendiculares a las grandes zonas acristaladas y se les ha dado el mismo acabado de madera oscura tanto en el interior como en el exterior. Un espacio de circulación abierto recorre la antigua fachada trasera del edificio principal, acentuando la tensión entre lo antiguo y lo nuevo. Al final de la casa se instaló una oficina doméstica con dos despachos y una sala de reuniones. Estos espacios son accesibles por separado para que el trabajo y la vida privada puedan permanecer separados.
Junto al patio oriental se instaló la cocina. El espacio se abrió a la cumbrera y la fachada es totalmente de cristal. Esto permite que la cocina disfrute del sol naciente por la mañana. En el lado oeste, hay un espacio exterior cubierto adyacente al dormitorio principal. Este dormitorio está conectado con un amplio vestidor y el cuarto de baño.
En la primera planta hay 3 dormitorios más, un cuarto de baño independiente y un lavadero. Las buhardillas existentes se renovaron junto con el tejado y se obtuvo luz adicional a través de la pared acristalada este y oeste.
El salón y el comedor se acomodaron en el nuevo volumen, creando la máxima conexión con el jardín. Aunque se conservó el carácter de la granja existente, se le dio un aspecto contemporáneo con un uso meditado de las luces y las vistas.
En el jardín delantero se ha dispuesto una pista de petanca y en la parte trasera el nuevo volumen de la piscina proporciona la transición entre la casa y el jardín en altura.
