Un apartamento destacado de Barcelona sintetiza sencillez, continuidad y comodidad.
La mejor arquitectura permite ver y cuidar lo que le ha precedido, al tiempo que inyecta algo nuevo, cuando no idealista. Espartano a primera vista, el interior de este majestuoso edificio de apartamentos, situado en el emblemático Passeig de Gràcia de Barcelona, rápidamente empieza a desplegarse como una calculada serie de texturas, artefactos visuales y perfeccionadas continuidades estéticas.
El cliente, un empresario trotamundos, eligió a Jeanne Schultz Design Studio para la remodelación y pidió que el espacio se reacondicionara para convertirlo en una plataforma de aterrizaje resuelta y apacible. El mobiliario debía ser sencillo, con materiales naturales y sostenibles. Schultz empezó por desmontar suavemente antes de añadir sólo lo esencial, lo que dio como resultado un espacio vital armoniosamente restaurador donde la oscuridad y la luz coexisten y reina la comodidad.
El diseño se guió inicialmente por la chimenea, desde donde una sutil inyección de color a juego se extiende hasta las gruesas molduras escalonadas y los remates del techo. "Aquí viven los patrones más temerarios", comenta Schultz, refiriéndose a los azulejos a cuadros verdes y blancos, la piedra rosa-Pollack y los detalles de hierro fundido. La carpintería y los cálidos paneles de madera de las paredes devoran el resto del salón, eliminando la necesidad de obras de arte innecesarias.
Una silla de salón curvada de Kave Home puntúa juguetonamente; su forma revela su agradable conformidad con el cuerpo humano y se reclina, invitando al descanso y al respiro. "Es buena para todos los tipos y tamaños de cuerpo", explica Schultz. El sofá individual de Dareels es intencionadamente extragrande, informal y acogedor. Se añadió una funda beige para suavizar los bordes rectilíneos. También de Dareels, una mesa auxiliar pequeña, pero situada en el centro, ancla el espacio con su textura de madera negra oscura, y su peso visual está a la altura de las piezas más grandes. La lámpara bulbosa de pie, de color negro, dialoga directamente con la antigua lámpara de araña situada encima. Compuesta de tiras individuales de cuero negro, es aparentemente dura, pero su suave forma recuerda a un tulipán primaveral.
La continuación de la paleta de colores se desliza suavemente hasta el comedor, donde las sillas verdes aterciopeladas se asientan delicadamente sobre una cascada de patas puntiagudas. Las puertas que dan al patio se lijaron y trataron para conservar su forma original. Aunque se utilizó la misma pintura verde en todo el conjunto, este juego de puertas habla en tonos más oscuros junto a la aguda y penetrante luz del día. Se utilizaron diferentes tonos de pintura blanca en todo el espacio para añadir profundidad y embellecer esta textura sombría.
Se añadieron luces especiales al espacio para complementar la iluminación superior existente. Se añadió un aplique de pared en el salón y se colocó iluminación adicional en la cocina. Sin embargo, debido al techo abovedado de cañón existente, los apliques se colocaron en las paredes en lugar de encima para evitar que penetraran en la arquitectura existente.
Justo enfrente del salón, el dormitorio evoca la escala sobredimensionada de los altos techos con una cama baja de plataforma, con estructura de madera de Dareels. La cama se combina a propósito con una lámpara de gran tamaño de Zara Home, compuesta por una base de cerámica emparejada y una pantalla de lino natural. Schultz heredó un precioso espejo dorado junto con el apartamento y se comprometió a incorporarlo. No había espacio en la pared lo suficientemente grande como para incorporar la enorme escala, por lo que sigue descansando permanentemente en la esquina. El cristal ahumado y nublado actúa en parte como espejo de cuerpo entero y en parte como artefacto de fantasía, una ventana al pasado.
Nada más entrar, los miradores son largos y lineales. A medida que se avanza por las habitaciones, el ritmo de los espacios se expande y contrae, añadiendo intimidad y encanto a cada rincón. Las vistas se combinan en un efecto de cascada utilizando una discreta repetición de las distintas aberturas enmarcadas. La vista desde la entrada hasta el comedor se corta centralmente por la vista desde el dormitorio hasta la sala de estar, utilizando sólo el color para gesticular hacia los ecos visuales y las intersecciones. Cualquier posibilidad de simetría longitudinal se ve frustrada por el diseño en espiga del suelo de madera original. Equilibrar todas las especies, tonos y texturas de la madera fue una hazaña en sí misma, pero la suave unidad general no indica la existencia de fuerzas de diseño contrapuestas. La consola hecha a mano situada en silencio en la entrada no imita las vetas del suelo de madera, pero sigue exudando la misma paleta de colores neutros y terrosos. La base de la lámpara que descansa sobre ella también es de madera. "El diseño tiene los pies en la tierra, literalmente a veces", reflexiona Schultz con una sonrisa.
Habría sido fácil exagerar en este proyecto, pero todo sirve a su propósito: hasta el último detalle es significativo para la cohesión general. Ni más ni menos. En un mundo en el que todo es maximalista, aquí se siente uno como en casa.
Team:
Architect and Interior Designers: Jeanne Schultz Design Studio
Text: Wilson Hack
Photographer: Adrià Goula
