La primera vez que visitamos el edificio , muchas de las superficies interiores estaban recubiertas de revestimientos de cartón yeso. El proyecto tuvo que concebirse en dos fases: primero acordamos con los propietarios las líneas generales del programa funcional y de la distribución de los espacios. Sucesivamente fuimos adaptando el diseño a los descubrimientos que poco a poco realizamos con los derribos. Muchos de los materiales y acabados de la construcción original, volvieron a ser visibles: los techos con vigas de madera de gran tamaño, llatas y rasillas cerámicas; forjados de madera con bovedillas decoradas de diferentes colores; los muros de piedras y ladrillos. Fuimos adaptando tanto los elementos técnicos como la iluminación, con un diseño que valorizara las preexistencias: los elementos antiguos volvieron a ser los protagonistas de la composición.


Intentamos dar la máxima amplitud a los espacios eliminando las paredes transversales, permitiendo dejar fluir la generosa y cálida luz natural que caracteriza cada planta del edificio. Los baños están “escondidos” detrás de paredes paneladas que a la vez son armarios para las habitaciones.
Hemos intentado recuperar la magia del edificio original amplificando el valor estético de sus espacios y superficies a través de un diseño compatible con las necesidades de confort de la vida contemporánea.


Equipo:
Arquitecto: ANDRES & PAVAN ASOCIADOS
Construcción: RECONSA
Cálculo Estructural: Andrés García Franco, arquitecto
Fotografía: Simón García | arqfoto


Material utilizado:
1. Carpinterías exteriores: Madera
2. Pavimentos: Madera
3. Radiadores: Antrax
4. Cocina: Bulthaup


