El diseño de este proyecto -cinco apartamentos de una sola planta con vistas a la ladera boscosa de Bom Jesus- supuso un gran reto debido a la pronunciada pendiente del terreno, la configuración de la superficie edificable y la aplicación de la normativa.


Dadas las dificultades de implantación y acceso y con la preocupación de ofrecer una vista panorámica del parque Bom Jesus desde la calle, el volumen se incrustó en la ladera, estrechamente vinculado a los jardines circundantes.

Esta disposición dio lugar a espacios atípicos, como el patio de la entrada principal o el estanque de retención, que se alimenta por gravedad con el agua de las minas de la zona.

Los muros de granito que soportan las plataformas responden al conjunto de paneles de hormigón pintados, voluntariamente autónomos.

En los intervalos entre los planos de hormigón y los muros de granito, el crecimiento de los árboles, las plantas de las jardineras y el jardín circundante, contribuyen a una inserción punteada en el paisaje del conjunto construido.
