Un viejoMassey Ferguson rojo como el del avi Joan todavíatrabaja la tierra. En este mundo acelerado, todaviahaypaisajesantiguosdonde los humos de las casasvecinas se cuentan y se hacencompañía en invierno; rincones de felicidaddonde se cuidan los huertos de fuera muralla en la orilla del río. Esta es la historia de un refugio familiar para disfrutar de la naturaleza y de las cosassencillas; de una máquina del tiempo que desearetener para siempre este paisajeprecioso que aún no ha cambiado.
En este proyecto, la adaptación a la topografía del terreno es la construcción de un prado. Elementos como el garaje, la balsa, la pasarela o el muro inclinado de fondo que resigue y corta el fuertependiente, configuran una superfície llana. Y, sobre ella, reposa un volumen rectangular autónomo que acoge las mínimas funciones de vivienda en un solo espaciodiáfano; a sur, una sala para estar, comer y descansar; y dentro del muro grueso que nos aísla del norte, los servicios y la entrada.
Este objetoarquitectónico transforma surelación con el entorno segúnavanzan las estaciones en el filtro de vegetación de ribera que leacompaña, perotambién a partir de la expresióncambiante de su mirada, que disfruta del paisaje a resguardo del sol cuandolevantasuspárpados. Y, temeroso de la fugacidad de esta sobriabelleza, el refugio descansa inestable en una repisa de la ladera como un búhopreparado paraalzar el vuelo con el paisajecazado en su retina.
CASA RETINA, una habitación encima de un prado
La Casa Retina se puede interpretar de variasmaneras en función del sistema de referencia que se adopte. Podemosentenderla como un elementoautónomo con una relación íntima y controlada con el entorno próximo, yasea a través de su mirada cambiante, oa partir de susespaciosinterioresneutros y desnudos, abocados al paisaje y preparados para acogertoda la complejidad de la vida interior.
Pero esta casa también se puedeentender como una piezamás del rompecabezashumano que lo acoge, como otrahabitación de esta casa grande que configuran los extramuros de los núcleosmedievales. Estos terrenos de naturalezahumanizadarepresentan la franja de transición entre la ciudad y el bosque. Un espacio que a menudo resulta másdoméstico que los propiosentornosurbanos, hechos y pensados a priori por la persona pero que a la vezle son tan o máshostiles que la naturalezasalvaje.
Este entorno nos conecta con la naturaleza de una manera progresiva: las casasdispersas cada vezmáslejanas, los huertos que desprenden la estimación de sushortelanos y nos dan vida, la granja vecinadonde las vacaspastan y rumian ... El río y la pasarela ... un paisajecercano con el que la casa yaobtiene el refugio que busca y que la convierte, tan sólo, en un espacio de intimidad y confort.
Con el mismorespeto que el hombre ha transformado la naturaleza de este lugar, el primer paso del proyecto es la domesticación del terrenogenerando un bancal. A partir de aquí, la Casa Retina es una habitación encima de un prado que descansa, contempla, dialoga, o cierra los ojos y sueña.