Samna es un restaurante de cocina de Oriente Medio en la interpretación del autor del famoso chef israelí Meir Adoni. Está situado en el casco histórico de Kiev, junto a la plaza de Arsenalna. El restaurante ocupa el sótano y la planta baja del edificio que fue una mansión edificada en 1797 y llamada "Casa Ypsilantis". Aquí vivió un importante estadista turco a principios del siglo XIX, cuando escapó a Kiev tras el fracaso de la rebelión en la que había colaborado.

El curioso hecho es que este edificio se hundió notablemente desde su construcción, y la planta baja se transformó en el sótano. Las ventanas que daban a alguna calle de Kiev ahora hacen nichos bajo el suelo.

Los sólidos paredes de ladrillo y las cúpulas de arco definen la estética del local. Los diseñadores se limitaron a resaltar algunos elementos auténticos y crearon sobre su base un nuevo interior contemporáneo. Tuvieron que esconder todos los sistemas de ingeniería para manifestar el carácter único del lugar. En las salas de Samna no se ve ningún cable ni alambre.

El restaurante tiene 5 salas y unos 120 asientos. Los clientes empiezan su recorrido en el vestíbulo con un bar de bienvenida donde se ofrecen aperitivos, y luego pasan a uno de los tres salones mayores con mesas preparadas. Después de la comida, pueden pasar el rato en una sala con un puente de cobre, un DJ en el balcón y un bar de mezclas. Es un lugar ideal para comunicarse y empaparse del vibrante ambiente de Samna.

En el interior del restaurante abunda el cobre. Destaca la nobleza del lugar y funciona como un impresionante contraste con las formas lacónicas de una isla de bar, las mesas de consola y una estantería con vasos que cuelgan sobre el mostrador en cuerdas de acero.

El suave tono del cobre también está disponible en la iluminación del restaurante. Las rayas de los focos se reflejan en las placas de cobre colgadas bajo el techo y se proyectan hacia las mesas. Esta combinación de luz proporciona un efecto de haz rico y cálido que ilumina el espacio de la forma más cómoda y nunca ciega a los ojos de los comensales.

Aparte del cobre en el interior, se puede ver roble macizo, cuero y acero. Los diseñadores los eligieron por ser materiales que eran muy comunes en la época en que la "Casa Ypsilantis" florecía. Las paredes están en parte enlucidas y en parte conservan sus atrevidos ladrillos originales.

Uno de los salones del restaurante está consagrado a la vid. Los armarios de cristal de su perímetro representaban los terruños, tierras que repercuten en el carácter de la vid. La imagen del terreno se imprimió en las fachadas de cristal de los armarios. En la parte superior, se vuelve translúcida, y podemos ver las botellas de vino que, metafóricamente, crecen de ese suelo.

- Los edificios antiguos hablan por sí mismos. Piden un poco de respeto y moderación por parte de un diseñador. Uno de los retos para nosotros fue colocar los sistemas de comunicación que son indispensables para cualquier restaurante moderno. Pero ninguno de ellos existía cuando se creó la casa, y por eso parecían extraños en esas paredes. Resolvimos este problema en favor de la arquitectura auténtica y las paredes puras. - El cofundador del Grupo YOD, Volodymyr Nepiyvoda, dice.