Premio Arquitectura Fondo Nacional de las Artes 2018 – Mención Honorífica

Obra seleccionada Bienal Internacional de Arquitectura Buenos Aires 2019

Casita del Árbol es espacio de Usos Múltiples ubicado en una zona de alto valor ambiental en las afueras de la ciudad de Santa Fe, en medio del paisaje propio del Río Paraná.

Cuenta con un espacio interior único y un pequeño ático en doble altura. A estos ambientes ubicados en planta alta se accede por una escalera y una terraza semitransparente de metal desplegado, que crean la sensación de caminar en el aire entre los Timbó (árbol típico de la costa del Paraná).La planta baja sirve de espacio de actividades al aire libre en contacto con el suelo.

Se abren completas tres de sus fachadas para aprovechar al máximo las vistas de las copas de los árboles. Las ventanas enmarcan una naturaleza cambiante que, como enormes lienzos, se transforman en la esencia misma del espacio construido.

La concepción espacial y material tiene dos referencias muy fuertes, por un lado las Case StudyHouses, como ejemplo de trabajo combinado entre industria y diseño; y por otra parte la reelaboración de la cultura constructiva de la Pampa argentina con sus galpones, talleres, molinos, fábricas. Estructuras metálicas simples con cubiertas a dos aguas que aúnan soluciones de economía, bajo mantenimiento y producción local, poblando las zonas suburbanas, cuya belleza,riqueza espacial y peculiaridadtecnológica han sido ignoradas por la cultura arquitectónica académica.

Las fachadas de la Casita del Árbol son “estriadas”, no solamente por el uso de chapa metálica, sino porque adquieren espesor y contienen vida. Se puede caminar, crecen las plantas, pueden recomponerse las huellas de la construcción. Lo estriado como lo opuesto a la estética de lo liso, de las pantallas. La tecnología se expresa, la vida se hace presente.

El color negro, al ser una zona suburbana, permite que de noche la construcción no sea visible y desaparezca entre la copa de los árboles. De día resaltan enredaderas con flores y orquídeas nativas, que se cuelgan “suspendidas en el aire” con tensores, frente a los paños vidriados.

La planta tiene 6 x 6 mts y está determinada por las dimensiones de los perfiles W utilizados para la estructura principal.

La estructura portante presenta un doble carácter, por un lado máxima eficiencia estructural en tanto un dispositivo de arriostramiento muy efectivo que evita tensores y costosos aporticamientos. Y en un sentido paisajístico, los pilares en V son reinterpretación de los troncos escultóricos de los Timbó; mientras que las barandas y la escalera, hablan de la fragilidad frente a la inmensidad de la naturaleza de la Pampa y el río.