Enclavado en el corazón del barrio Petit Laurier de Montreal, el proyecto Triplex Fabre perpetúa la tradición arquitectónica de los dúplex y tríplex que pueblan las calles de Plateau-Mont-Royal, un barrio de Montreal donde el ladrillo rojo, los detalles de piedra y las cornisas ornamentales adornan las fachadas.



La restauración de los componentes arquitectónicos originales de la fachada frontal preserva la integración del proyecto en el entorno edificado circundante; la sencillez de los balcones y la escalera frontales reconstruidos resalta el ladrillo de arcilla roja artesanal y la nueva cornisa.



El proyecto de renovación completa de un tríplex que albergaba a dos generaciones de la misma familia brindó la oportunidad de replantear la típica distribución interior de los apartamentos de Montreal para dejar más espacio a la luz natural y facilitar el movimiento. El cuarto de baño y el dormitorio de cada unidad se han mantenido en proporciones mínimas para permitir una generosa reordenación de otros espacios vitales, ahora con planos de planta abierta.



Las aberturas de la fachada trasera se han ampliado, y los balcones y barandillas se han sustituido y ampliado para ofrecer un generoso espacio exterior a cada unidad, una verdadera extensión del espacio interior. Mientras que las fachadas del proyecto Fabre se distinguen por su rojo burdeos, los espacios interiores se caracterizan por una paleta de colores más neutra y un trabajo de texturas uniforme, que crean una sensación de serenidad para los residentes. Los materiales utilizados son armoniosos dentro de cada unidad, creando un conjunto cohesivo y unificado.



La unidad de tono entre la fachada trasera y el patio crea un espacio privado para los ocupantes. El cobertizo del patio trasero, otro elemento distintivo de los dúplex y tríplex de Montreal, se revaloriza y celebra con un nuevo revestimiento de chapa ondulada blanca. El concepto paisajístico adopta la paleta de materiales de la fachada trasera y fomenta la interacción con el animado callejón.



El proyecto fue realizado siguiendo el enfoque de diseño y construcción por el equipo del Atelier L'Abri y Modulor Construction. La distribución de las unidades, el diseño de los espacios exteriores y la elección de los materiales se hicieron en estrecha colaboración con la familia, cuyos hijos se dedican al diseño y la construcción. La renovación del tríplex brindó a los dos hermanos la oportunidad de trabajar directamente en el proyecto, ya que uno es licenciado en arquitectura y el otro carpintero. El resultado de este proceso de diseño es un proyecto sensible que teje una conexión íntima con su entorno y sus habitantes.

