El proyecto para esta clínica dental ubicada en Valencia, parte de la remodelación de una antigua clínica para transformarla en un espacio acogedor, contemporáneo y orgánico, esto último a solicitud del cliente quien imaginaba el espacio sin ningún ángulo recto. La propuesta se divide en gabinetes blancos que alojan las distintas dependencias, jerarquizadas por un gran espacio central con suelo y techo de madera.

Había un deseo inicial que era el de alcanzar un espacio en continuidad y que a la vez fuera envolvente. Y teníamos la realidad de un piso en esquina que invitaba a establecer la clásica dualidad entre un espacio central sirviente de distribuciones y un perímetro servido con las estancias funcionales. De este modo se organiza un continuum de espacio sinuoso -curvilineo- que aglutina la recepción, la sala de espera y las circulaciones, a partir del cual se va accediendo a los gabinetes y demás salas especializadas que viven de toda la fachada y también de un patio interior. 

A través de los espacios curvados se consigue aportar una naturalidad de movimientos que se propone como si de un tratamiento de relajación se tratase. Es decir que previo al tratamiento odontológico se plantea un tratamiento de relajación que se produce desde la llegada del tumultuoso espacio exterior al introducirte en el calmado espacio interior de la clínica. Es curioso cómo se puede conseguir un espacio blando, donde los reflejos deformados de los vidrios curvados y las transiciones cromáticas conseguidas con la iluminación, permiten sentir la sensación laxa del espacio.