El proyecto consiste en dos villas con espacios para invitados e instalaciones exteriores, situadas en Santa María, una península protegida medioambientalmente, caracterizada como "Natura", en el extremo noreste de Paros, cerca de Naoussa, con vistas al mar y a los islotes Fonisses, Ovriokastro y Kouronisi, y mirando hacia el horizonte a la vecina isla de Naxos. Situado en el punto central de la parcela, los patios aterrazados y los espacios abiertos conducen a una meseta que se extiende entre los espacios interiores y exteriores.
Una mezcla de arquitectura minimalista y tradicional de las Cícladas, combinada con el paisaje mediterráneo, crea un ambiente único. La clave del diseño arquitectónico de las villas era utilizar los elementos existentes del paisaje circundante, como las formaciones rocosas naturales, la topografía y el microclima del lugar.
Siguiendo la sabiduría de la arquitectura vernácula, el diseño abraza la pendiente natural utilizando la lógica de las terrazas, lo que permite una vista sin obstáculos del infinito azul del Mar Egeo, que se encuentra a sólo unos cientos de metros. El lado norte se abre a la entrada del patio y crea patios interiores, protegidos del viento, mientras que el lado este está dominado por la zona de la piscina y las instalaciones de ocio circundantes, lo que da al usuario una sensación de libertad sin obstáculos y de translucidez entre los espacios interiores y exteriores.
El conjunto deja intacto el paisaje natural siguiendo la topografía del lugar, adaptándose al entorno y disolviendo los límites entre espacios privados y públicos, volúmenes y vacíos, espacio construido y abierto. Las villas y la piscina se han colocado juiciosamente en el lugar para que se pueda aprovechar al máximo su vista anfiteatral.
Los volúmenes se dividen para crear patios protegidos de los vientos del norte. Además, el espacio construido se diseñó con volúmenes de yeso blanco y muros de mampostería de piedra natural para crear una transición natural entre los espacios al estilo vernáculo de la isla.
Todos los espacios han sido cuidadosamente manipulados para crear un entorno mínimo pero acogedor. El carácter de la isla, con líneas sencillas y limpias, caracteriza todos los espacios, mientras que el blanco y los tonos tierra se encuentran en armonía con el entorno de las Cícladas. La privacidad, la amabilidad y la comodidad fueron los elementos clave de nuestro concepto arquitectónico.