Elevándose como un barco sobre el mar y con vistas a la bahía de Cannes, desde el Esterel hasta las montañas nevadas de los Alpes, la Villa Up es un tributo a la transparencia y la luz bajo sus aires monolíticos. Construida por Caprini & Pellerin Architects, la villa contemporánea es una oda al arte de vivir con los elementos.

La Villa Up está situada en las alturas de Cannes, donde volúmenes y bloques inmaculados, juegos de materiales translúcidos, pasajes acuáticos, vegetación y restanques aplanados se funden en terrazas que miran al horizonte.

Los dos arquitectos, Kevin Caprini y Jerry Pellerin, trabajaron con las limitaciones de un terreno inclinado con vistas a las propiedades vecinas. Los socios desarrollaron un ingenioso plan que tiene en cuenta la fuerte pendiente del terreno, a la vez que optimiza las vistas y la privacidad de la propiedad.

Construida en dos plantas, la villa en forma de L, orientada al sur, consiste en un conjunto de bloques monolíticos que a veces están en voladizo, o extendidos por coronaciones para calmar la luz de verano, o rodeados de ventanas totalmente retráctiles y aterrazados con vegetación. Técnicas arquitectónicas que domestican la luz, mejoran las vistas e interactúan con el paisaje, dando al edificio una sensación de ingravidez.

Los límites entre el interior y el exterior están desdibujados por numerosas aberturas y ventanas de alta tecnología, cuyas partes metálicas están completamente disfrazadas. Los paneles de ventanas minimalistas se deslizan completamente en las paredes para transformar las habitaciones en terrazas abiertas. Las barandillas de los balcones también son de vidrio para maximizar las vistas.

Una ingeniosa elección de materiales y una hábil distribución de las habitaciones que nunca parecen realmente cerradas, ofrecen múltiples perspectivas y atraviesan espacios bañados en luz de cara al horizonte.

La escalera central levitante se coloca en un pozo de cristal que revela los escalones rodeados de roble macizo. El capó de la chimenea de cristal y los tragaluces y las rendijas de las ventanas creadas aquí y allá también sirven como un elogio de la transparencia.

Completamente fabricado por Caprini & Pellerin, el equipo también diseñó todos los interiores utilizando materiales nobles como la piedra natural, el roble macizo y el mármol, que añaden alma y calidez a esta villa minimalista.

También responsable de la disposición del jardín, el equipo de diseño tuvo el placer de poner en escena la parte trasera de la casa con pasillos de agua y el frente orientado al sur con una piscina infinita de 20 metros de largo. Una larga franja de hierba verde separa la cocina exterior y la sauna de la piscina. Una gran terraza relajante con tumbonas cuelga debajo de la piscina para permanecer invisible desde las habitaciones que sólo tienen ojos para los horizontes azulados.

Los tejados verdes y un jardín plantado con esencias mediterráneas, robles, pinos, olivos, laureles, lavanda, boj, jazmín y hierbas silvestres, magnifican este remanso arquitectónico, abierto a su entorno y a la naturaleza.