La gentrificación es cruel con los centros históricos. Vivir en una zona peatonal, diversificada y equipada se está convirtiendo en un lujo muy codiciado. Además de regular el mercado inmobiliario y el turismo de masas, y de democratizar el acceso a la vivienda en tejidos compactos, es necesario multiplicar el parque de viviendas asequibles, ya sean públicas o cooperativas. Pero, ¿cómo pueden construirse viviendas en el centro consolidado, si es el lugar donde el espacio disponible es el más caro y el más escaso? Con una especie de odontología urbana, con lo que llamamos vivienda táctica, como las estrategias APROP y ATRI, las ciudades se proponen rellenar las caries de sus dientes construidos. Entre ellos se encuentran los solares vacíos, las propiedades que no han cumplido su función de edificabilidad e incluso los espacios públicos que son demasiado grandes como lugares de oportunidad para albergar unidades residenciales.
El uso de la prefabricación modular para la construcción con criterios de sostenibilidad urbana, ecológica y social permite una ejecución más rápida, económica, justa y sostenible que las promociones de vivienda pública convencionales. Este es el caso del primer edificio diseñado y construido en el marco del Programa de Vivienda Temporal en Barrios (APROP), promovido por el Ayuntamiento de Barcelona. A través de estas instalaciones residenciales, el municipio pretende reubicar temporalmente a los residentes que han sido desalojados en su propio barrio. Gracias al uso de contenedores marítimos reciclados, estas construcciones modulares reducen considerablemente su huella ecológica. Por un lado, evitan el despilfarro de energía y la emisión de gases de efecto invernadero que conlleva el uso masivo de hormigón armado o de acero fundido para las estructuras metálicas.
Por otro lado, son perfectamente desmontables, transportables y adaptables a otras ubicaciones, lo que reduce los costes energéticos y los residuos que se generarán durante el proceso de demolición. El APROP del Barrio Gótico es un volumen compacto situado en la esquina, entre medianeras, que ocupa un solar de propiedad municipal, que anteriormente se utilizaba como ampliación del espacio público adyacente. En la planta baja, alberga la ampliación de una instalación sanitaria cercana y, en sus cuatro plantas superiores, contiene un total de doce viviendas, ocho de las cuales son de un dormitorio y cuatro de dos. Todas las viviendas tienen un mínimo de dos fachadas que permiten la ventilación cruzada.
La fachada noroeste se abre a un patio que contiene el núcleo vertical de la circulación. La fachada sureste, que da a una calle estrecha, tiene aberturas verticales de madera, persianas alicantinas y barandillas metálicas, como la mayoría de los edificios del centro histórico. En la fachada suroeste, que da a una plaza, las cuatro viviendas más grandes tienen aperturas más amplias. Las fachadas están ventiladas y el aislamiento térmico garantiza la mejor eficiencia energética.
La piel exterior de la fachada de doble piel se ha resuelto con un revestimiento de policarbonato translúcido. Durante el día, esta piel clara y luminosa aumenta la luminosidad de las viviendas, al tiempo que refleja sutilmente el entorno. Por la noche, filtra la luz del interior, mejorando la iluminación pública sin comprometer la privacidad de los habitantes.
Materiales utilizados:
1. Façade elements, facade cladding- Sant Gobain, Viroc
2. Fenestration, skylights, glazing-Stabilit
3. Heating and cooling technology-Hitachi
4. Lighting-Simon
5. Sanitary objects, taps- Roca
6. Interior wall coverings, suspended ceilings- Knauff
