Este proyecto nace de la voluntad del Cabildo, en colaboración con el Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna, de la mejora de una infraestructura de carácter local cuya funcionalidad está condicionada por la climatología del entorno.
La intervención general se configura adaptando el programa de necesidades a las particularidades de la parcela sobre la que se asienta. El suelo dispuesto cuenta con una orientación en sentido longitudinal prácticamente sureste-noroeste, abierto a por todos sus lados y con acceso desde la esquina sureste.
El acceso de servicios a la cacha se realiza a través de la esquina sureste, mediante un portón de cerrajería al que se accede desde una transversal a la carretera general y que lo separa del Colegio y la Iglesia. El resto de la cancha se encuentra exenta, con un pequeño módulo de vestuarios en la parte media de su lado largo, al norte.
La parcela tiene una cierta pendiente hacia el suroeste, quedando el lado largo en la línea de mínima pendiente y la transversal en la de máxima. De esta manera, la parte suroeste es la má expuesta ladera abajo hacia las vistas pero también hacia la climatogía, mientras que el lado noreste que acoge los vestuarios se encuentra levemente enterrado en el terreno, más cobijado.
El clima local, al estar situado en las medianías de laderas sur, hace que las oscilaciones de temperatura sean importantes así como las horas de insolación, al estar a sotavento de la cara dominada por el alisio y el mar de nubes. Además, los vientos puntuales en temporales de sur que van ladera arriba son notables, precisamente por lo escarpado de las laderas y por ser los temporales que acarrean mayores vientos. Como un factor significativo también es que al superar los 1.000 metros de altitud, en la franja superior de las medianías, ya se pueden alcanzar temperaturas de helada a la intemperie.
Así pues, la climatología, la orografía y la situación de la parcela son los elementos
fundamentales para el diseño y dimensionado de esta cubierta, dado que va a estar abierta y sin cerramientos.
Realizada a un agua, con cubierta de chapa grecada, sobre pórticos de perfiles metálicos en el sentido corto de la cancha. En el lado norte los pilares son rectos, mientras que en los lados cortos y el lado suroeste se distribuyen en forma de Y griega minimizando los puntos de apoyo y alejando las zapatas de los puntos perimetrales, que son los más conflictivos para la cimentación.
La cumbrera queda en el lado norte ya que este lado construido es más alto y se ajusta a la topografía además de mejorando la luminosidad de espacio bajo la cubierta.
La orientación de la misma permite la existencia de dos de los cuatro faldones cerrados a media altura, con chapa translúcida. De esta manera se mantiene la ventilación e iluminación natural pero se reduce el viento cruzado y se protege algo más de las inclemencias del tiempo.
Desde el punto de vista de infraestructuras también resulta más sencillo realizar la recogida de aguas por el lado sur, donde se dispone de un lindero no ortogonal que acogerá un espacio ajardinado. La disposición inclinada en planta y alzado de los pórticos se hace tratando de respetar al máximo el estado actual de manera que la intervención se minimiza y se aprovechan los espacios singulares que se generan en todos los encuentros con los muros existentes.
