El arquitecto demuestra a través de la CASA DE CONTENEDORES que es posible transformar los contenedores de transporte en una casa moderna y funcional.

La elección de un contenedor como base del proyecto se centró en la sostenibilidad y la reutilización de materiales. El tiempo de elaboración y ejecución de este modelo de construcción es infinitamente menor que el de una construcción convencional de ladrillo/hormigón, reutiliza el contenedor marítimo que ya no tiene función evitando su descarga además de las ventajas del consumo cero de agua y otros recursos naturales.

La misión del arquitecto era mostrar que era posible construir una casa contemporánea con un acabado minimalista e impecable, de manera que el propio contenedor y toda su estructura industrial y ondulada fueran imperceptibles a los ojos. Los grandes acristalamientos empotrados en las paredes permiten que la casa se abra de par en par en la fachada delantera para garantizar la plena integración con la naturaleza y también proporciona una ventilación transversal con las ventanas traseras que componen el extremo de la cocina y el lado del baño.

Los perfiles verticales blancos que componen las fachadas en un "ritmo decreciente" tienen la función estética y funcionan como un brise-soleil creando un cierto filtro para el sol al llegar al espacio. Toda la casa fue envuelta con Dekton Blanco que es una superficie sólida compuesta por piedra y resina.

Los brises se montaron en el mismo material, también elegido para los pisos de la casa para aumentar la sensación de ampliación con sus dimensiones restringidas. "Hacerlo todo blanco tiene el propósito principal de darle uniformidad e iluminar la sensación de espacio".