La parcela está situada cerca del bosque, pero también en medio de densas casas unifamiliares. La ubicación de la parcela y las vistas al bosque nos dieron la orientación para dar forma al edificio. Elegimos un edificio bastante amplio con un patio interior. La planta baja está aislada de los vecinos por la ausencia de ventanas en las paredes laterales. Sin embargo, está abierto al jardín y al patio. En la primera planta, al coger un trozo del tejado y crear dos terrazas, hay vistas al bosque y a la torre de radio de Gliwice, la estructura de madera más alta de Europa. Los planificadores locales determinaron la geometría de la cubierta: inclinada, simétrica, perpendicular o paralela a la carretera.
El edificio es compacto, sencillo y minimalista. Da la impresión de ser inaccesible debido al escaso número de ventanas en la planta baja y a la ausencia de ventanas en el techo. El interior de la casa varía en altura y forma según la función. Tiene una carcasa exterior oscura y recortes blancos. Hay mucha luz en el edificio, pero no está sobreexpuesta, ya que hay mucha luz reflejada: un pozo interior en forma de patio, ventanas en la terraza y claraboyas. El patio y las terrazas de la planta superior son espacios exteriores íntimos dentro del edificio en forma de concha. El patio ofrece la posibilidad de vigilar la naturaleza y el tiempo. A través de ella, la naturaleza se ha introducido en la casa. Gracias a la luz solar del patio y a las terrazas del tejado, hemos conseguido un espacio inusual y un interesante efecto de luz natural. No se necesitan ventanas adicionales en las paredes laterales ni en el techo.
Las terrazas de la planta superior están parcialmente protegidas por un tejado, de modo que los vecinos no pueden ver a nadie allí pero sí los alrededores. Hay una entrada directa desde cada uno de los dos dormitorios a las terrazas. En el interior, el diseño es sencillo, blanco y la cantidad de materiales es limitada, ya que queríamos que el patio fuera el elemento más importante. El edificio tiene detalles minimalistas: canalones ocultos, sin aleros largos, sin chimeneas, con una forma de tejado sencilla, sin miradores, sin elementos dispersos, sin ventanas en el tejado. Todas estas intervenciones contribuyen a su eficiencia energética.
