El proyecto trata de una reforma integral de una vivienda en una primera planta de un edificio antiguo, que gracias a contar con una zona deportiva colindante capta mucha luz exterior a esa altura.

Se vuelcan por tanto las estancias principales de la casa a esa manzana llena de luz natural y se organiza el resto de espacios volcando hacia las otras dos fachadas restantes.

Para restar espacios de paso, se disemina el baño principal quedando el lavamanos doble como una pieza escultórica que es vista al pasar al dormitorio. De esta manera se minimiza la superficie cerrada con los inodoros y la ducha.

La cocina se extiende al patio trasero mediante una ampliación de elementos desmontables que duplican la superficie de esta estancia y capta más luz natural para su disfrute.

Fotografía: Germán Cabo.