Se construye una casa de dos plantas en un pueblo cercano al aeropuerto de Suvarnabhumi. Mide 150 metros cuadrados y ocupa sólo dos tercios de una parcela de 256 metros cuadrados. Era demasiado pequeño para una familia de cinco miembros: una pareja con dos niños y una abuela. El tercio restante del terreno no se utilizaba, por lo que se convirtió en otra extensión de la casa.
El terreno no sólo tiene una pequeña forma triangular, sino que además está situado en la esquina que une los dos lados de la vía pública. La forma de la extensión es similar a la de una cala paralela a la curva del terreno, para aprovechar el espacio al máximo. Se han creado tres plantas para combinar todas las funciones necesarias, a saber: un espacio de actividades conectado a una casa existente y una terraza exterior, una habitación para personas mayores en la primera planta, un dormitorio principal en la segunda planta y un espacio para vivir en la última planta. Al sustituir un jardín existente por el edificio, éste se eleva a la última planta, con el fin de mantener un espacio verde a la vez que se aumenta el espacio interior utilizado por la casa.
Se utiliza la estructura de acero, principalmente para reducir la profundidad de las vigas, lo que afecta a la altura total del edificio, pero también para reducir el tamaño de las columnas, lo que aumenta el espacio interior. Dos escaleras están situadas en diferentes esquinas, lo que minimiza la circulación. El doble espacio entre la escalera y el tragaluz permite que la luz natural pase por el piso inferior, en lugar de crear vacíos verticales que carecen de privacidad.
Como la casa está situada en una esquina y se necesita privacidad, la fachada debe estar cubierta. Se utilizan celosías verticales de aluminio y metal perforado para cubrir todas las esquinas, en continuidad con una casa existente, para armonizar los dos edificios.