La vivienda se emplaza en el Parque Conde Orgaz, una zona residencial de baja densidad en el noreste de Madrid, en una parcela amplia y recóndita a penas visible desde la vía pública. En este entorno introvertido y en ligera pendiente se concibe una arquitectura de curvas suaves y espacios fluidos que modela el terreno jugando con la luz y las vistas.