El rápido crecimiento de la empresa les obligó a ampliar las oficinas, otro piso del edificio. El proyecto requería una gran zona de trabajo de planta abierta, varias oficinas, salas de reuniones y un área de restauración en un nuevo espacio diseñado para ser moderno pero cómodo al mismo tiempo.

Por lo tanto, optaron por crear un espacio de oficina revestido de OSB, un material que crea una segunda piel, en la que se abren muchos agujeros para una mejor luz, ya sea desde el techo o desde las paredes a través de nichos. Este material ha creado una atmósfera dinámica, informal y confortable. Ya en la sala principal, la infraestructura del techo se ha dejado a la vista, ganando altura al suelo, lo que ha liberado el espacio de trabajo. Al pintar todo el techo de negro, se aseguró la homogeneidad cromática de todos los elementos suspendidos de él, así como su eliminación visual. El OSB fue elegido como el común denominador del espacio al ser usado no sólo en las paredes, techo y piso, sino también en toda la oficina, escritorios, cajones y mesas de comedor. En la nueva despensa, un armario con el motivo de la baldosa de cemento utilizada en el suelo de todas las tiendas de Padaria Portuguesa, una imagen de marca, fue diseñado como una salpicadura.