El parque que se sitúa en los terrenos anteriormente ocupados por las vías del ferrocarril, que se extienden desde la antigua Estació del Nord hasta la plaza de les Glòries, se concreta en la zona rectangular, adosada a la fachada sur de la antigua estación y delimitada por las calles Nàpols, Almogàvers y Sardenya en una extensión de poco más de dos hectáreas.

El trazado de la calle Nàpols se curva para abrazar la fachada principal de la estación a la manera de otras supermanzanas de equipamientos de la retícula Cerdà como, por ejemplo, la del Hospital Clínico.

A lo largo de la calle Almogàvers se construye un bulevard que acompaña las visuales longitudinales del muro escultórico que abre el acceso principal al parque desde esta calle.

La construcción de la calle Sardenya en puente da continuidad por debajo al parque con la zona deportiva y lo conecta con el norte de la ciudad. El diseño del interior del parque desarrolla una sencilla idea: la introducción por primera vez en Barcelona de un gran prado de césped que enmarca las esculturas de Beverly Pepper.
