Situado en el centro de innovación de la ciudad y creado para unir el pasado industrial de Barcelona con su futuro tecnológico, este proyecto hace hincapié en la relación con el exterior. Por ello, todas las oficinas tienen acceso a terrazas que funcionan como espacio de socialización tanto profesional como de ocio.

SeaTowers ha sido diseñado por GCA Architects para optimizar sus recursos energéticos y promover programas de bienestar para sus futuros usuarios. Respondiendo a los principios del diseño biofílico, la conexión de las oficinas con el mundo exterior y la naturaleza son protagonistas del proyecto. El diseño del nuevo complejo está concebido para que los usuarios puedan trabajar o incluso celebrar una reunión en las terrazas. El clima mediterráneo permite disfrutar libremente de estos espacios, creando un híbrido entre el interior y el exterior.

Las dos torres que componen el proyecto tienen terrazas verdes accesibles en las azoteas para proporcionar a las personas espacios de bienestar y relajación diarios, con vistas de 360 grados al mar y a la ciudad. Toda la vegetación de los edificios es autóctona y de bajo consumo de agua.


Los tejados tienen una sección para la colocación de paneles fotovoltaicos, pero el hecho de que un alto porcentaje esté situado en la fachada ha permitido que el resto de la superficie sea utilizada por los inquilinos del edificio. El complejo SeaTowers cuenta con medidas para promover el transporte sostenible, como el aparcamiento preferente para vehículos eléctricos y el aparcamiento para bicicletas, contribuyendo a una ciudad más respetuosa con el medio ambiente. Una zona pública en el centro de la manzana proporciona al barrio un pulmón verde y a los vecinos un espacio de socialización y bienestar. El proyecto cuenta con la certificación LEED Platino y Well Gold, gracias a que consigue un importante ahorro de energía de alrededor del 52% y de agua de alrededor del 66%.

El diseño único permite que todos los espacios de trabajo del complejo se beneficien de las vistas al exterior y de la luz natural, lo que mejora la calidad de vida de las personas y aumenta los niveles de bienestar y productividad. Por encima de los dos volúmenes blancos de los edificios, se aplica una segunda piel a las plantas inferiores para hacerse eco de la escala de la preexistencia industrial. Las lamas de esta segunda piel se colocan perpendiculares a la fachada de la calle o paralelas al escalonamiento del edificio vecino, dándole así privacidad.



Abiertas y flexibles, las diferentes oficinas de SeaTowers están diseñadas para adaptar los espacios a las necesidades de los inquilinos. Cada planta es divisible en 3 zonas para acoger a 3 posibles inquilinos, adaptándose no sólo a las necesidades actuales, sino también a las futuras.




