La granja heredada quedó completamente destruida por un devastador incendio. Tras este drástico golpe del destino, los propietarios quisieron reconstruir el edificio en otro lugar. La inspección conjunta de varios solares y los análisis posteriores sirvieron para encontrar la ubicación del nuevo edificio.
Los análisis del solar revelaron un emplazamiento óptimo en términos de luz solar, alineación y orientación en una ubicación similar a la del edificio existente. La pendiente hacia el sur con una posición elevada respecto al resto del valle ofrece una luz solar óptima incluso en los meses de invierno.
El deseo del cliente era no sólo crear 2 volúmenes de edificio separados, sino también un lenguaje de diseño contemporáneo y moderno con citas y materiales del contexto histórico. Por tanto, se optó por un tejado a dos aguas asimétrico y por un patrón de fachada como cita de la granja existente.
Los mundos interiores, completamente diferentes, por un lado recrean el contexto histórico y, por otro, consiguen romper con el pasado y reinterpretarlo. El diseño del primer edificio sigue el contexto histórico y los materiales, un suelo de madera de alerce se combinó con textiles de lino y una piedra de Silberquarzit extraída de una mina cercana. Además, la protección anticaída de las escaleras se inspiró en un patrón de la fachada del antiguo caserío.
La zona de estar del edificio superior puede reconocerse como una reinterpretación del salón campesino: el hormigón visto con su estructura de madera forma la nueva zona familiar central con la estufa de color situada en el centro. La cocina es una composición cromática de rojo, rosa y negro y el suelo es de "terrazo", a juego con las superficies atrevidas y alegremente coloreadas de los muebles.
Por lo tanto, el mundo interior también refleja dos puntos de vista, dos interpretaciones y dos enfoques con respecto a la revalorización de los acontecimientos y ayuda a los propietarios en la curación del trauma.
