La crisis mundial que ha desatado el Covid-19 nos ha obligado como sociedad a reinventarnos y ser resilientes para continuar en todos los aspectos de nuestra vida. La academia, desde la arquitectura y la ingeniería, de ninguna manera debe ser ajena a este llamado. Por el contrario, debe catalizar las diferentes acciones de cambio y transformación que una nueva sociedad comienza a emprender hoy.
Es por esto que la instalación temporal de la TOPOGRAFÍA ARTIFICIAL surge de la necesidad de un grupo de estudiantes de la Universidad de CORHUILA de buscar una alternativa para vivenciar los laboratorios de la asignatura de TOPOGRAFÍA, teniendo en cuenta que por razones de bioseguridad, los laboratorios solo están permitidas dentro de las instalaciones del claustro universitario y en este caso en la zona enmarcada por una losa plana de hormigón del polideportivo. [Un área poco útil para una práctica topográfica].
La instalación diseñada y modelada en 3D por los alumnos de la asignatura DIBUJO DE INGENIERÍA y construida por los alumnos de TOPOGRAFÍA, sintetiza y plasma la idea de construir un terreno artificial y efímero que nace de una placa de hormigón y emerge para que los alumnos se desarrollen. levantamientos topográficos de mayor complejidad y así desarrollar los temas explorados a lo largo del semestre.
Los TOPOGRAFOS ARTIFICIALES fueron construidos en plástico reciclado, su diseño y construcción se realizó a través de un proceso interactivo entre la exploración del material a escala 1:1 y diferentes herramientas digitales para el modelado 3D.
Su fabricación con un bajo coste energético, se realizaba de forma manual a partir del extendido, marcado y corte de cada una de las piezas de plástico fijadas entre ellas con adhesivo para PVC y aplicación de calor en cada costura que producía el diseño y la definición de un patrón. a base de triángulos y semicírculos interceptados por cuatro conductos cenitales amarillos que representan cuatro soles estratégicamente ubicados en cada punto cardinal del plano cartesiano que soportan conceptualmente la membrana plástica de la estructura topográfica artificial gracias a un aerogenerador, que la mantiene rígida y estable.
La estructura, además de permitir ser experimentada, explorada y estudiada desde el exterior, también funciona como soporte para albergar intervenciones colectivas en el interior como un pequeño evento cultural o simplemente un espacio para un momento de relajación y exploración.
De esta forma, estas estructuras hinchables se comportan como un organismo vivo capaz de despertar la inquietud, la creatividad y la curiosidad de los alumnos y transeúntes... “Un vigilante, el día de la inauguración de la instalación, se acercó y preguntó: ¿Es el diseño de una nave espacial?
La instalación genera tanto en el exterior como en el interior una atmósfera extraña y disruptiva al entorno en el que se ubica, generando un efecto sorpresa y una experiencia sensorial que produce una disociación entre lo real y lo irreal.
