IDOM es una empresa global con sede en Bilbao, España. Fue fundada por Rafael Escolá en 1957 y trabaja en diversos sectores, como infraestructuras, arquitectura, consultoría, industria, energía, medio ambiente y diseño nuclear. Con 5.300 profesionales en 45 países, IDOM busca integrar la multiculturalidad de forma natural.
La transformación, la sostenibilidad y la innovación están en el centro de su ideología de diseño. La empresa es conocida por crear espacios que se adaptan a diversas funciones y fomentan la interacción comunitaria. Sus proyectos reflejan una combinación de geometrías distintas y formas expresivas realizadas con materiales locales y elementos reciclados.
Con su planteamiento sostenible para crear una arquitectura funcional pero audaz, IDOM se ha asegurado el décimo puesto entre los 100 mejores estudios de arquitectura del mundo según Archello.
He aquí cinco proyectos clave que definen el estudio:
IDOM transforma un antiguo edificio de la industria militar de principios del siglo XX en un amplio centro polideportivo. La renovación conserva la forma de tejado en diente de sierra existente al tiempo que la interpola con nuevas aberturas que permiten un entorno permeable y lleno de luz. Se ha introducido una nueva fachada con base de ladrillo y revestimiento blanco para armonizar con la arquitectura del barrio.
En los interiores, se ha jugado con la policromía original sustituyendo las superficies grises por otros colores que designan las nuevas zonas de práctica deportiva, como el rocódromo, las pistas de balonmano, baloncesto, bádminton y atletismo. Envuelto en calidez y luz, el enorme espacio con aspecto de catedral desprende una fresca vitalidad.
2. New elementary school campus of Markham College
IDOM, en colaboración con Rosan Bosch Studio, ideó un ecosistema educativo que permite un entorno de aprendizaje flexible y sostenible mediante la integración de zonas al aire libre. En la escuela peruana se pasó de las tradicionales aulas cerradas a espacios de aprendizaje versátiles y abiertos que acogen clases diversas y cuentan con ventilación natural. El uso de materiales naturales como el bambú, otras maderas, linóleo, corcho y hormigón in situ refleja el principio de sostenibilidad.
Al difuminar la línea que separa el interior del exterior e incorporar terrazas cubiertas, jardines verticales y patios, la escuela adopta un diseño respetuoso con el clima en el que el medio ambiente y la educación mantienen una relación simbiótica entre sí.
Como homenaje al espíritu innovador de SAICA, IDOM diseñó el centro de I+D+i de SAICA en España. La singular fachada del edificio, formada por lamas, muestra una calidad ligera, similar al papel, mientras que su distribución e interiores encarnan la adaptabilidad. Lo más destacado del proyecto es su núcleo central, que funciona como pozo de luz y centro de comunicación y colaboración, fomentando la luz natural y la sensación de comunidad. Un sistema estructural termoactivado que regula el ambiente interior del edificio y estrategias pasivas hacen que la estructura sea eficiente desde el punto de vista energético y tenga un impacto mínimo en el medio ambiente.
4. Park & Ride Parking facility Nantes
Situado en una urbanización de baja densidad, en la ciudad de Bouguenais, al sur de Nantes (Francia), el proyecto es el resultado de un concurso público para ampliar la red de transporte colectivo de la ciudad. El complejo de transporte intermodal integra un aparcamiento con una estación de autobuses y tranvías conectados mediante una marquesina continua. Una rampa helicoidal doble sirve de eje principal para gestionar los flujos verticales y evitar los cruces entre vehículos y peatones.
Patios ajardinados interpuestos en la fachada rompen el volumen para permitir la entrada de luz y mejorar la experiencia global, al tiempo que favorecen la orientación natural de los usuarios. Además, las chapas perforadas y las esquinas redondeadas de los extremos del edificio que albergan la rampa helicoidal doble hacen que el edificio parezca volumétricamente más ligero.
Enclavada en una meseta del pintoresco pueblo de Ollauri, la bodega Beronia es un repertorio de enología, arquitectura y sostenibilidad. Diseñada como un edificio parcialmente enterrado, integrado en la topografía, la bodega aprovecha la estabilidad térmica del terreno y la gravedad para recoger la uva. La estructura resultante es un agradable intercambio entre la naturaleza y el propio producto, el vino, arraigado en las profundidades de la tierra.