En el centro de la ciudad y en el distrito del Eixample, en el eje comercial del Paseo de Gracia, se ha diseñado la nueva sede corporativa de Carner Barcelona. Una marca local de perfumes exquisitos, intensos e innovadores en Barcelona.
Está localizada en un edificio que conserva sus elementos constructivos originales y típicos de la arquitectura catalana. La sobriedad y autenticidad de los espacios diseñados permiten que los valores y la filosofía de la marca emerjan. Está contextualizada en el Mediterráneo y en la artesanía local. Asimismo, el color blanco homogéneo resultante hace que el producto destaque. Las estrategias se centran en la búsqueda de un proyecto atemporal que vincule la tradición con la contemporaneidad cosmopolita, que sintonice con la identidad de la empresa.
Todas las paredes de la fábrica y las bóvedas de ladrillo macizo están encaladas, quitando cualquier revestimiento anterior. Permanecen visibles, con sus pátinas, marcas y heridas que permiten una lectura histórica. Un material de terminación único en el recinto se combina con suelos, puertas y muebles de madera de pino y acero blanco para la carpintería.
Para los espacios de exposición, el mobiliario ha sido concebido de manera que sirva tanto para la exposición como para el almacenamiento. Tiene una iluminación cuidadosa y una triple función de iluminación para el embalaje/imagen corporativa, los diferentes frascos expuestos y el espacio circundante. En la estantería de exposición se han incorporado ranuras para esconder los catadores de porcelana. La iluminación del local ha sido diseñada de tal manera que no está presente. De esta manera todo está bien iluminado, destacando en su caso para revalorizar los espacios y mostrar el producto, que ocupa un lugar central en la zona de exposición.
Por todo ello, se diseñan espacios personales con una atmósfera única, en sintonía con los valores esenciales de una marca. El espacio apuesta por la autenticidad, que permite introducir la experiencia del propio producto y de la marca. Se trata de un diseño arquitectónico que permite experiencias sensoriales intensas y emocionales, como abrir la tapa de madera de un elegante frasco de perfume exquisito.