Situado en el corazón del Triángulo de Investigación, Glasshouse Kitchen equilibra la elegancia con la familiaridad para crear un destino de hostelería que ofrece una experiencia digna de mención y elevada, sin dejar de ser accesible para que todos la disfruten. La luz natural entra a raudales por las enormes paredes acristaladas, lo que permite a los comensales echar un vistazo al trabajo de algunas de las mentes y equipos más innovadores de la tecnología agrícola.
Uno de los pocos espacios públicos del campus, y de RTP en general, este lugar de diseño distintivo aporta un nuevo sentido de comunidad al campus y a la zona en general. Incluso desde el exterior, las paredes de cristal de tres lados permiten que su interior aporte un elevado sentido del estilo al campus y a la comunidad circundante a cualquier hora del día.
En el interior, los comensales son recibidos por techos altos rematados con lámparas diseñadas a medida que recuerdan a elegantes flores que dejan sin aliento al comensal. Los diseñadores prestaron mucha atención a los retos acústicos de este tipo de entorno instalando paneles acústicos similares a la madera para absorber el sonido. Las lámparas floreadas caen a distintas longitudes para proporcionar un efecto de lluvia que distraiga de la abrumadora altura del techo.
Bajo ellas, grandes extensiones de vegetación petrificada adornan las vigas arquitectónicas abiertas para acentuar la profundidad del espacio. En la entrada, grandes paredes curvas de musgo enmarcan el mostrador de recepción de carpintería personalizada integrado en el entorno.
Los distintos tipos de asientos, cuidadosamente distribuidos, crean espacios diferenciados dentro de un entorno más amplio. Quienes busquen una experiencia más refinada y clásica pueden optar por sentarse en las mesas de altura tradicional que bordean la pared de ventanas más larga de la parte delantera del espacio. Estos ventanales difuminan la identidad del interior y el exterior para crear una experiencia envolvente.
Por supuesto, también hay asientos en el bar. Aquí, los clientes se ven envueltos por una lujosa tapicería en un taburete de respaldo bajo en el que pueden estar sentados durante horas. Con un exclusivo tono púrpura-ciruela, estos taburetes combinan con toda una gama de iluminación personalizada en la zona del bar que puede ajustarse para satisfacer cualquier estética. Aquí, el espacio es un poco más informal, pero sigue siendo refinado. La austera barra de cuarzo permite que las bebidas y los platos que se sirven en ella adquieran todo el protagonismo. Junto a la barra hay una serie de mesas altas para grupos de seis personas en un espacio amplio pero acogedor, para evitar que el bullicio de la conversación se extienda a la zona central del comedor.
Además, Glasshouse Kitchen cuenta con un comedor privado flexible que puede convertirse para albergar grandes fiestas o permanecer abierto al restaurante para ofrecer asientos adicionales. Este espacio podría ser uno de los más lujosos del local. Una luminaria única, una larga mesa de comedor, sillas a medida y revestimientos de pared cuidadosamente seleccionados confieren a la zona de comedor un aire residencial que se centra en la comodidad y crea una escapada inigualable combinada con una hospitalidad de primer nivel. Las paredes divisorias de cristal ajustables están ocultas, pero pueden desplegarse para que los comensales disfruten de una experiencia privada.
Los diseñadores colaboraron para desarrollar un espacio visualmente impactante sin eclipsar el interés de la marca por los ingredientes sostenibles ni la forma de prepararlos y presentarlos a sus clientes. La artesanía desempeñó un papel fundamental para garantizar que el concepto se desarrollara y materializara de forma coherente y a todas las escalas. Desde el momento en que uno entra en este espacio, los ojos se ven atraídos por elementos naturales que trabajan para mezclar experiencias interiores y exteriores. Los amplios ventanales garantizan que nunca se pierda la conexión entre el comensal y las raíces de su comida, independientemente de dónde se siente para comer. Glasshouse Kitchen ofrece una experiencia gastronómica que transporta a sus usuarios finales a un entorno elegante que rinde homenaje al campus que lo rodea.
