IKIGAI, la palabra japonesa que encarna el vínculo entre lo que somos, lo que hacemos y lo que amamos, es el nombre que A I M ha elegido para su nuevo proyecto de interiorismo: de una buhardilla sin uso a un homenaje de elegancia y confort.
Partiendo de la estructura existente, el estudio de diseño abordó dos fases: la renovación estructural con la restauración del ático, y el proyecto arquitectónico propiamente dicho. Inspirada en la estética japonesa, con líneas limpias y formas sensuales, A I M utiliza colores y materiales para enfatizar el contraste y dar a las habitaciones un carácter único. Las zonas de estar y de dormir están separadas por un tabique revestido con un acabado de cemento - pinceladas punteadas por marcos, que recuerdan a un Byōbu actual.
En la zona de estar dominan los muebles independientes, dramatizados por el fondo escénico de la luminosa cocina del fondo. Un largo pasillo conduce a la zona de descanso, con altos paneles de madera y el tabique recientemente renovado, que aquí adquiere la función de armario permanente.
El confort y la flexibilidad se acentúan y nunca se sacrifican en aras de la elegancia, de hecho dialogan con las formas y el entorno para crear un espacio donde las acciones, los pensamientos y las pasiones convergen y encuentran su escenario ideal.