El proyecto pretende investigar las necesidades de una familia moderna teniendo en cuenta tres pilares fundamentales: sostenibilidad, funcionalidad y flexibilidad del espacio.

La casa está situada en la parte trasera de la parcela, con orientación sureste, para aprovechar al máximo la luz natural y la ventilación. Por ello, el jardín se colocó en la parte delantera, lo que provocó su exposición a la vía pública. Surgió la necesidad de garantizar la intimidad de los usuarios.

El muro de hormigón perforado se utilizó como barrera "verde" entre el camino de entrada y el jardín, creando una experiencia visual para el visitante que descubre gradualmente los espacios exteriores y, al mismo tiempo, crea un límite entre las zonas privadas y las públicas.

Las necesidades de los usuarios cambian con el tiempo, por lo que el diseño arquitectónico se corresponde con esos cambios, creando un espacio fácil de usar, flexible y atemporal. Para separar los espacios interiores se utilizan puertas correderas de madera que pueden ocultarse dentro de la mampostería. Con ello se pretende conseguir flexibilidad y unificar los distintos espacios entre sí, en función de las necesidades de cada ocasión.

El salón principal y el comedor están situados en un espacio abierto de doble altura que actúa como núcleo de la casa. La cocina y la sala de estar comunes, situadas en la parte norte de la casa con aberturas al jardín, tienen la posibilidad de aislarse, disponiendo así de mayor intimidad. Por ejemplo, cuando se cierran todas las puertas, se crea un espacio íntimo e independiente formado por la zona de estar, la cocina y el patio trasero. El resultado es la creación de un espacio vital a pequeña escala. Cuando las puertas están completamente abiertas, la zona de estar al aire libre, la sala de estar y la cocina con el patio trasero se unifican creando la integración de todos los usos de la planta baja.

La apertura de los interiores, integra los jardines y los espacios verdes que rodean la casa, realzando así la sencillez de los volúmenes y los materiales. El encanto y la calidad del interior reside en los detalles, la iluminación, la armonía y los materiales comienzan a destacar el interior y acentúan la arquitectura exterior.
