Tras el diseño de la primera tienda de fitness KRUSH-IT en 2016, esta segunda unidad pretendía tener un aspecto más atrevido y maduro, abarcando más negocios. El reto de este proyecto y el objetivo principal era diseñar un gimnasio que tuviera un aspecto lo más exclusivo posible, a la vez que se mantenía un presupuesto bajo y una apariencia elegante. Respondiendo con imaginación a la tarea, intentamos utilizar materiales modestos de formas nuevas, dando como resultado un espacio de aspecto industrial, pero lujoso en algunos detalles.
Utilizando principalmente una gama de colores que va del gris al negro y diferentes texturas de materiales, conseguimos dar al espacio más o menos rudeza.
Desde un punto de vista funcional, nos vimos obligados a desarrollar una distribución en un espacio comercial existente para dar cabida a un concepto de gimnasio tri-estudio con una zona abierta de ejercicio y cardio. Además, la recepción, los vestuarios, algunos despachos del personal y una sala infantil definen las demás zonas.
En cuanto a los materiales, todas las paredes se construyeron con bloques de hormigón, en su mayor parte abiertos al aire, mientras que para el suelo de las zonas de entrenamiento se eligió grano de neumático de caucho reciclado por su capacidad de absorción de impactos y reducción del ruido. En el resto de las zonas, el suelo se vertió en hormigón, con baldosas de terrazo negro.
Se utilizaron baldosas cuadradas brillantes para resaltar la entrada de la recepción, el salón y el guardarropa, a fin de realzar el contraste entre los materiales circundantes.
La iluminación también desempeñó un papel clave en el diseño del espacio, creando una experiencia de fitness envolvente. La zona de recepción y la circulación principal están iluminadas por luminarias industriales verticales enmarcadas por chapas metálicas distendidas, aprovechando la altura del techo y añadiendo una atmósfera subterránea distintiva al gimnasio. En los demás espacios, diferentes enfoques de iluminación persiguen el mismo principio.