En Buenos Aires, en la intersección de las calles la Pampa y Mariano Acha y a escasos metros del nuevo corredor verde del “Barrio Parque Donado-Holmberg”, se encuentra Urban Style Pampa.
El conjunto se compone de 9 unidades de dos y tres ambientes resueltas en triplex, que debido a su distribución, su espacialidad y algunas características y detalles singulares, remiten a la idea de “pequeñas casas urbanas”.
Para el desarrollo de este concepto, se llevó a cabo una reinterpretación de las residencias que caracterizan al barrio, resueltas habitualmente en uno o dos niveles, y en la mayoría de los casos, con patios o jardines privados.
Parte del desafío consistió en introducir estos espacios abiertos ubicados normalmente en planta baja, dentro de las tipologías resueltas en altura, conservando sus condiciones y virtudes.
En este sentido, mediante la implementación de un sistema de “interacción volumétrica” entre tipologías, sumado a un retiro respecto de la línea municipal y a la proyección de voladizos, fue posible optimizar el uso de la superficie, y generar una serie de espacios abiertos, como balcones, patios y terrazas, que se incorporan a las unidades en sus diferentes niveles, confiriéndoles luminosidad y relacionándolas con el exterior, cómo análogamente ocurre en las viviendas típicas.
Asimismo, por sus dimensiones y su vínculo con el interior, estos espacios ofician como nuevos ambientes de uso al aire libre, y a la vez, posibilitan la ventilación cruzada dentro de la unidad.
Por otro lado, ésta solución proyectual proporciona a los departamentos ciertas características que son propias de las viviendas unifamiliares, como situaciones de dobles alturas y desniveles, que conectan y dotan de personalidad al espacio interior, sumado a la incorporación de escaleras con un fuerte carácter plástico, que enfatizan la idea de un recorrido.
A la vez, este “juego volumétrico” que organiza el espacio interior y exterior, puede apreciarse en la fachada, donde los volúmenes “pesados” de hormigón visto contrastan con la liviandad y la permeabilidad de los amplios paños vidriados de las dobles alturas, y se realzan mediante el uso de revestimiento monocapa color negro, aparentando apoyarse a modo de traba, sobre los “marcos de madera” que delimitan los balcones.
De esta manera, la materialidad refuerza la idea de síntesis formal del proyecto.
La misma se traduce en el interior a través de espacios neutros, donde el color blanco, que maximiza la luminosidad producto de los grandes ventanales, contrasta con la madera del piso, la sutil baranda metálica negra y el hormigón presente en las escaleras, los desniveles, y los volúmenes suspendidos en el espacio.
