El Colegio Aldapeta María Ikastetxea, situado en la calle Aldapeta Galtzada de la ciudad de San Sebastián, está ubicado en una parcela privada en un promontorio llamado Alto de Aiete, desde donde se pueden contemplar las vistas de la bahía de La Concha.

El proyecto consiste en la construcción de una nueva escuela de 18.000 m2, lo que supone la sustitución completa de la escuela original, que data de finales del siglo XIX. La dirección que está tomando la educación requiere nuevos y adecuados espacios para educar con nuevos métodos pedagógicos. El Colegio de Marianistas de San Sebastián pretende implantar un nuevo modelo pedagógico basado en modernas metodologías educativas, además de apostar por las tecnologías de la información como herramienta de apoyo a la educación. Por este motivo, la Compañía de María decidió derribar la antigua escuela para construir una nueva, adaptada a las nuevas herramientas, que permita aprovechar al máximo las nuevas prácticas pedagógicas.

Al mismo tiempo, el nuevo edificio invirtió en nuevas tecnologías de construcción, con características definitivas para obtener un edificio eficiente en su consumo, utilizando la energía geotérmica del solar maximizando la eficiencia energética en su funcionamiento. El programa exigía la compatibilidad del uso de los edificios originales durante la ejecución de la nueva instalación escolar. Por tanto, la construcción de la nueva escuela estuvo condicionada, en parte, por la necesidad de mantener la escuela original en funcionamiento hasta que sus alumnos pudieran ser trasladados a los nuevos locales. Por ello, el volumen final de todo el edificio se construyó en dos fases diferentes: las aulas y los espacios auxiliares.

El proyecto responde a una lógica de lugar a gran escala y a la escala más cercana. En una parcela de 9.972 m2, se ha reconstruido la topografía original del terreno, utilizando como material el hormigón de lamas que reproduce la roca original del lugar como base sobre la que flota un volumen de lamas más tecnológico. La propuesta utiliza la luz natural como herramienta que esculpe los espacios y utiliza la transparencia como garante de la continuidad espacial interior e interior-exterior. La actividad casi frenética de los parques infantiles da paso a espacios de silencio, contemplación y mirada cruzada hacia el paisaje. La orientación, junto con el revestimiento de lamas de aluminio perforadas del nuevo edificio, permite la presencia permanente de la playa de la Concha de San Sebastián.

La parcela está situada junto a la cuesta de Aldapeta y en continuidad con la calle Estella Lizarra y tiene una pendiente muy pronunciada, entre el 6 y el 10%, lo que obliga a instalar el edificio en varias plataformas y en diferentes niveles de acceso. El edificio ocupa una posición dominante en la ladera de Aldapeta y la playa de La Concha, elevándose a ocho plantas. Pretende articular los espacios del centro educativo con el entorno urbano en el que se ubica, enfatizando el carácter público del edificio y generando comunicaciones en las plantas inferiores en diferentes plataformas y niveles que resuelvan el acceso desde los distintos niveles del entorno.

Esta pila de plataformas configura un zócalo de hormigón en el edificio desde el sótano, que sirve de acceso al aparcamiento y a los espacios de servicio, hasta la primera planta, cuya cubierta sirve de patio de recreo donde se encuentran los campos deportivos exteriores. Los usos del zócalo se distribuyen a través de un espacio abierto central que sirve de patio de circulación entre los distintos usos y estancias. La base de hormigón reproduce conceptualmente la roca sobre la que se asentaba el edificio histórico original, la primera escuela congregacional de España. El acceso principal a la escuela se realiza desde la ladera de Aldapeta, al norte del edificio, a través del zócalo de la planta baja, hasta el patio central. Desde la misma calle, hay acceso directo tanto a la primera planta, a través de la plaza de la iglesia, como al patio superior de las pistas deportivas, en la segunda planta, a través de dicha plaza y de la escalera principal.

El programa de necesidades de la escuela incluye la educación primaria, la secundaria obligatoria y el bachillerato y ha hecho necesaria una separación física y conceptual entre las aulas de primaria y las de secundaria y bachillerato. Los espacios primarios se desarrollan en dos plantas en torno al patio central del zócalo, cerrado en su lado norte por el acceso principal a la escuela y el salón de actos y el espacio de la iglesia. La escuela secundaria y el instituto se organizan en 4 plantas elevadas sobre la base, de modo que las circulaciones entre los ciclos están separadas con el patio exterior en la segunda planta.

El patio de acceso está situado en la planta baja, en una posición central, y actúa como colector de entrada con el centro deportivo y como sala de distribución de espacios que permite entender el funcionamiento del edificio en su conjunto. Este espacio se comporta como un claustro en el que los espacios de circulación se desarrollan a su alrededor, provocando la relación interior-exterior. Sobre la base, en el primer piso, está el patio de recreo y emergen 4 volúmenes correspondientes a las aulas, el ambigú (vestíbulo), la biblioteca y la iglesia. El patio de recreo actúa como elemento de distribución de alto nivel y como lugar de encuentro entre los espacios de primaria y secundaria. En esta planta hay usos comunes como el comedor, que en ocasiones actúa como espacio multifuncional, el espacio social, los espacios de los profesores o la biblioteca principal de la escuela.

Las aulas de la escuela media y secundaria corresponden a un volumen alto con dos núcleos de comunicación, situados cerca de los extremos, que permiten el acceso a una circulación central y a las aulas de ambos lados. El ambigú es un espacio de cafetería independiente del comedor. El volumen es curvo y acristalado con un techo inclinado. La biblioteca adquiere una entidad volumétrica independiente, pero es una prolongación de la segunda planta hacia el exterior.

La Iglesia, con su volumetría trapezoidal y desarrollada en un espacio de doble altura, emerge del zócalo de hormigón junto al acceso principal, dominando la escena urbana con el volumen de las aulas de secundaria, que está suspendido 7 metros por encima del acceso para acoger y proteger la carga y descarga de los autobuses. Por último, el edificio de aulas de secundaria y bachillerato está coronado por la cubierta, que contiene un espacio multifuncional y espacios para la comunidad marianista, razón de ser de la comunidad educativa.
Equipo :
Arquitecto del proyecto: Antonio Lorén, Olatz Maestre
Otros arquitectos: Hugo Valle
Dirección del proyecto: José Francisco Muñoz
Costes: Luis Mingarro
Estructuras: Fernando López, Cristina Salavera
Ingeniería ambiental: Jorge Guillén
Iluminación: Fernando Catalán
Servicios de salud pública: Jorge Guillén
Ingeniería eléctrica: Fernando Catalán
Lucha contra el fuego: Jesús Sau
Telecomunicaciones: Diana López
CAD: Ana Melús
Dirección de ejecución de obras: Luis Mingarro




Equipo utilizado:
1. Moyua: Moyua Constructions
2. Cimesa: RF panelled doors
3. Arquimart: Glazed partitions
4. IMI: Movable partition walls and panels, paintable and magnetisable
5. Sportocio: Tarkett vinyl flooring and artificial turf
6. PVT: Concrete slabs on plots
7. Schüco: Carpentry
8. Vescom: Vinyl cladding