El apartamento, situado en un edificio del siglo XVIII en el corazón de Milán, estaba completamente abandonado y en estado ruinoso. A pesar de ello, la estructura original parecía intacta y sugería una intervención de carácter filológico, recuperando todos los elementos del pasado e integrándolos con algunos elementos contemporáneos necesarios para hacer la unidad habitable para una familia de cinco miembros.
El suelo de parquet de roble clavado - no estucado intencionadamente - las baldosas de gres de cemento y el revestimiento de las puertas interiores y de las puertas y ventanas exteriores interactúan con el plan contemporáneo y las pequeñas intervenciones arquitectónicas funcionales para satisfacer las necesidades técnico-constructivas - como el sistema de contramuros que ocultan los sistemas - redefiniendo los espacios y favoreciendo una interpretación contemporánea del genio loci.