El proyecto consiste en una serie de intervenciones en un edificio de viviendas de la década de 1980 en el oeste de Londres.

Situada en el lado norte de una calle empedrada, la casa necesitaba ser ampliada a nivel de suelo y desván para acoger a la joven familia que la había comprado después de dejarla vacía durante varios años, sin restarle continuidad visual a la calle.

El proyecto se centró en la ampliación y reconfiguración de diferentes partes de la casa, tratando de desarrollar un lenguaje común para elementos que no hubieran estado conectados.

Los marcos de madera dura se introducen para la intervención estructural y espacial, adoptando muchas formas en el proceso: techos, pantallas, porches.

Los espacios habitables principales adquieren una escala y una dignidad sin adornos que antes faltaba en la tipología original, con la expresión de materiales "crudos" y formas sencillas.

Los niveles de la cocina y el salón están separados por una pantalla de madera que actúa como un débil compartimento, lo que permite que estén parcialmente conectados.

El espacio exterior restante está pavimentado, como una pequeña extensión abierta a las zonas de estar.
