El proyecto está localizado en una zona rural, a 40 km del centro de la ciudad de Brasilia. La topografía tiene una ligera pendiente descendente hacia la parte posterior del lote, donde un valle con vegetación nativa domina la vista.
El programa se repartió en dos pabellones perpendiculares localizados en niveles ligeramente diferentes. Ambos pabellones están ligeramente elevados del suelo por dos razones principales: permitir la preservación de la topografía existente y evitar que los animales pequeños, como insectos y lagartos, entren en la casa. La piscina se encuentra en una tercera meseta que se colocó en un nivel inferior. En el primer pabellón se encuentra la sala de estar, la veranda, el garaje y otros servicios. El segundo pabellón, cerca de la piscina, alberga los dormitorios. Dos pasarelas elevadas abiertas conectan ambos pabellones. La idea era aprovechar al máximo el contacto directo con las condiciones climáticas locales como el viento, el olor y el sonido durante el uso diario de la casa.
Todos los materiales de construcción se eligieron en base a dos premisas principales: debían envejecer bien bajo las condiciones climáticas naturales dondequiera que se requirieran sin necesidad de un mantenimiento constante y nunca debían "esconder" su aspecto "natural" bajo capas de yeso o pintura. Se utilizó hormigón al descubierto en la estructura y mobiliario fijo como la mesa de comedor, los bancos, el horno de leña y las estanterías. El hormigón pulido se usó para los pisos internos. Sólo se utilizó un tipo de piedra natural pulida con arena en todos los pisos externos, incluso en el interior de la piscina. Un tipo de madera contrachapada se usó en partes de los muebles, combinado con piezas de hierro hechas a medida. Una sola capa de ladrillos de cerámica sólida de 12 cm de espesor se utilizó para fabricar todas las paredes, por lo que las columnas estructurales nunca se incrustan dentro de los tabiques. Las suaves temperaturas del clima local nos permitieron descartar cualquier aislamiento adicional.
La mano de obra local tenía un amplio conocimiento para realizar la construcción de los ladrillos, sin embargo, no tenía ninguna experiencia previa en la construcción de hormigón visto. Por lo tanto, en lugar de tratar de lograr un acabado suave para el hormigón, decidimos asumir todas las imperfecciones inherentes al proceso de construcción. Las marcas dejadas por el encofrado de madera no fueron lijadas y los defectos menores no fueron corregidos.
Todos los baños tienen jardines internos sin techo que permiten la luz y la ventilación natural. Una celosía de ladrillo cubre dos niveles de una estructura de hormigón que funciona como torre de agua, creando espacio para el equipo de calentamiento de agua debajo de ella.
El diseño del paisaje tiene como objetivo recuperar muchos ejemplares del paisaje original de la Sabana Brasileña.
